Por lo tanto no nos quedaba
otra que luchar contra algo ajeno a nosotros.
Si hay algo que descubrí en
mi despertar es que no hay nada fuera de mí, ni de vos, ni de nadie.
El cambio de paradigma consiste en cambiar el punto de vista desde
donde se produce la sanación.
Un simple resfrío necesita
aceptación del estado que genera, sin juicio, sin conclusiones, sin
interpretaciones, sólo desde la simpleza de entrar en la sensación que te
produce, abrazándola, aceptándola y respondiendo a su necesidad, que por cierto
cambia según la circunstancia.
La vida sólo existe como una
experiencia dentro de vos mismo AHORA!!!! Es momento de que no te la sigas
perdiendo buscando soluciones externas llamadas
recetas mágicas, medicamentos, acciones compulsivas, visitar a muchos
médicos esperando que alguien ahí afuera tenga la verdad sobre vos.
Por supuesto que muchas veces
para poder llegar al punto de aceptación tenemos que pasar por distintas
instancias como enojo, rabia, angustia o dolor. Desde ahí sucede el milagro,
justito ahí donde te encontrás de verdad es donde se produce la transformación.
Generalmente hacemos tantas
cosas para negar, para no ver ni sentir, no porque seamos malos o buenos, simplemente
porque tenemos miedo, sentimos que si entramos a ese “lugar” a ese punto de
rabia o dolor, ahí nos vamos a quedar.
Hermosos de mi corazón!!!!
No vamos a que dar abandonados
en el sufrimiento, el Universo es benévolo. En el punto de total aceptación se
abre el cielo, el único que está ahí perpetuando la resistencia y el
sufrimiento sos vos mismo, tratando de pensar, analizar, buscando
compulsivamente soluciones “afuera” de tu propio ser.
Vos sos la solución, adentro
tuyo hay un amor inmenso pujando por renacer, tu alma tiene la solución.
Tu enfermedad es un regalo
que te hacés para encontrarte con vos mismo, tu enfermedad es tu aliada. Si
bien nadie quiere enfermarse, lo que sucede refleja una desarmonía en tu alma.
Ésta te brinda la oportunidad de que hagas las paces con vos mismo. Es una
señal que se enciende para llevarte de nuevo a la vida.
La medicina actual se centra
en luchar contra las enfermedades, queriendo eliminar los síntomas. La medicina
de la conciencia despierta se centra en conectar con la vida, incluir todo en
la vida en este instante permitiendo que tu alma se sane integrándose a la
energía del Universo.
Muchas veces te lleva a descansar,
a parar, a bajar un cambio, y confiar en
tu Ser que habla en tu corazón. Habitualmente con el bullicio de la mente racional
ni lo escuchamos, ahí la desarmonía, ahí el síntoma como regalo de ese ser
sabio que llevamos dentro.
Y no es necesario ser
religioso para creer en nuestra conexión interna con la Verdad.
Basta con creer en vos mismo, en esa voz real que palpita dentro
tuyo.
Las recaídas son la
manifestación de que nos olvidamos nuevamente de conectar con nuestra alma, QUE
ES DIVINA, la paz de tu alma te devuelve la salud, cada tropezón es una nueva
oportunidad de sanarte de despertarte, de integrarte.
La apertura de conciencia te
muestra que sea lo que sea que te esté sucediendo, ocurre para que veas más
allá del limitado horizonte en el que te encontrabas.
No se trata de enfrentarnos a
los tratamientos tradicionales que hasta ahora se realizan.
Queridísimos, la era Dorada
es hoy, ya no tenemos que elegir entre una medicina u otra, AHORA es el fin de
todas las dualidades, todo lo que hay que hacer es sumar, aceptar, abrazar, AMAR.
Estamos viviendo la Era de la confluencia entre
ciencia y espiritualidad, partes necesarias e inseparables en esta maravillosa
danza que es estar vivos.
Desde siempre me enamoré de
la situación de enseñanza–aprendizaje que es la consulta médica, ese encuentro
real, momento de conexión de corazón a corazón, donde los límites de lo previsible
se diluyen ante la presencia de la unión, del amor en acción.
Agradezco profundamente a mis
padres el aprendizaje implícito de que la pasión es el motor de la vida y que la chispa vital está en darse por
completo a lo que uno siente y cree.
Dra. Diana Schifrin
Dra. Diana Schifrin
Hola Diana: soy Carlos Gutierrez, tu ex compañero de facultad, quiero expresarte que comparto plenamente lo que decís, y creo que en permitir que nuestra capacidad de amar incodicionalmente se exprese está el verdadero sendero de nuestra curación, solo que a veces no se como hacerlo ni con migo mismo. Te puedo llamar a ver si me podés ayudar, estoy con obesidad y ya tengo algunas comorbilidades (Hipertensión arterial), y la verdad es que no quiero tomar medicamentos.
ResponderEliminarY debo aclarar que estoy seguro que la obesidad y la Hipertesión no son el verdadero problema, son mi oportunidad solo que no se como aprovecharla.
ResponderEliminarSaludos
Carlos Gutierrez
hola Diana soy Eugenia de Chajari Entre Rios,soy enfermera pero no estoy ejerciendo en este momento la profesion ,estoy muy de acuerdo con lo q decis La enfermedad hace sincera a la gente y descubre implacablemente el fondo del alma q se mantenia escondido....
ResponderEliminarEsta sinceridad (forzosa)es sin duda lo que provoca la simpatia que sentimos hacia el enfermo.La sinceridad lo hace simpatico,porque en la enfermedad se es autentico.La enfermedad deshace todos los sesgos y restituye al ser humano al centro de equilibrio.Entonces,bruscamente,se deshincha el ego,se abandonan las pretenciones de poder,se destruyen muchas ilusiones y se cuestionan formas de vida.La sinceridad posee su propia hermosura,que se refleja en el enfermo.
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